7 cosas que no sabias del chapo
Las primeras informaciones indican
que el capo escapó cavando previamente un túnel desde su regadera, el único
sitio en el que no había cámaras de vigilancia.
En marzo pasado, cerca de 140 reos,
entre ellos El Chapo, denunciaron ante la CNDH las “condiciones infrahumanas”
en las que estaban recluidos, que incluían comida echada a perder, agusanada o
caduca y colchones maltrechos para las visitas conyugales.
La detención de Joaquín El Chapo
Guzmán Loera, ocurrida a las 06:40 horas del sábado 22 de febrero pasado, por
efectivos de la Marina-Armada de México, contó con un personaje clave de quien,
hasta ahora, se ignoraba su participación.
Se trató de un hombre, de 1.80 metros
que, asustado, “desesperadamente” hizo el alto a una unidad de la Marina para
señalar el lugar preciso en que se encontraba el líder del Cártel de Sinaloa
junto con un hombre fuertemente armado: Carlos Manuel Hoo Ramírez, su escolta y
uno de sus “secretarios particulares”.
Por primera vez, desde la captura del
narcotraficante más importante del mundo, Excélsior le da a conocer el relato,
la versión de los dos marinos que detuvieron al líder del cártel de Sinaloa y
el testimonio de El Cóndor, el escolta, el “secretario particular”, quien
devela datos hasta hoy poco conocidos.
Relata que El Chapo Guzmán vivió
durante los últimos tres años en Culiacán, la capital de Sinaloa, y se da
tiempo para describir la estructura organizativa del holding; las sociedades y
los enemigos de El Chapo.
Habla de sus compadres y allegados,
de los hombres de confianza, de sus enlaces, de las mujeres y las quincenas que
recibían. De los hijos del capo de la droga. Las venganzas.
La captura
En la denuncia de hechos, derivada de la averiguación
AP/PGR/SEIDO/UEIDCS/069/2014, se describe el relato de dos de los marinos que
intervinieron en la captura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera el pasado 22 de
febrero.
El parte informativo de ese mismo
día, y ante agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO), adscrita a la Unidad Especializada en
Investigación de Delitos Contra la Salud, los marinos, de quienes se omiten sus
nombres por razones de seguridad, señalaron que “siendo aproximadamente las
06:40 horas del día de hoy, del año en curso, al encontrarnos realizando
funciones propias de esta institución en el combate en contra de la
delincuencia organizada en el estado de Sinaloa, precisamente en la ciudad de
Mazatlán, los suscritos, a bordo de unidades oficiales, mientras circulábamos
por la Avenida del Mar, precisamente por el edificio conocido como torre
Miramar, una persona de aproximadamente 1.80 metros, de complexión delgada,
quien vestía pantalón de mezclilla y playera azul tipo Polo, nos hizo el alto
con las manos.
"Yo, quien estaba del lado del
copiloto, le pregunté qué se le ofrecía, a lo que me respondió que unos minutos
antes había visto a una persona armada al interior de la torre de departamentos
conocida como Miramar, que estaba asustado y que nos pedía ayuda
desesperadamente”.
Los marinos, quienes hacían labores
de investigación y habían participado en el operativo realizado ocho días antes
en Culiacán, no tuvieron dudas.
Descendieron del vehículo “con el fin
de descartar cualquier amenaza en contra
de los vecinos del condómino”.
De ese hombre misterioso, quien
asustado, “desesperadamente” les pidió auxilio, no hay, por el momento más
pistas.
Aun así, los marinos ingresaron al
edificio por las escaleras, “realizando un despliegue por todos los pisos de la
citada torre. No encontramos ningún sujeto armado en los pisos uno, dos y tres.
Continuando con la búsqueda. Al llegar
al cuarto piso, frente a las citadas escaleras se encuentra el elevador por lo
que doblamos a la derecha, observando que, de frente, sobre el pasillo, está el
departamento 402, y al continuar avanzando doblamos a la derecha nuevamente y
en ese momento que doblamos a la derecha, como a dos o tres metros, frente al
departamento 401, por fuera, se encontraba una persona del sexo masculino con
un arma larga en la mano.
"Fue entonces –describe el
marino– que le indiqué con voz fuerte y clara: ‘Armada de México, tire el
arma’”.
El Cóndor pasa
En su declaración ministerial Carlos
Manuel Hoo Ramírez, Alias (El Cóndor), contradice la versión de los marinos en sólo dos
puntos: Que cuando ellos entraron al departamento, él estaba dormido. Que no
les apuntó nunca con su arma, porque no le dieron tiempo de hacerlo.
En su declaración Hoo Ramírez
sostiene que cumplía labores de “secretario particular” de Joaquín Guzmán
Loera.
Que conoció a El Chapo porque
Marcelino Ticante, El Fantasma, fue quien se lo presentó en el rancho Los
Pollos. Que entonces ambos formaban parte del Ejército mexicano.
Explicó que Ticante fue detenido por
portación de armas, acopio y narcomenudeo en Costa Rica, pero que actualmente
se encuentra recluido en el penal de Almoloya de Juárez
“Quiero señalar que mi función era
propiamente de mandadero, ya que pasaba recados de El Chapo a su compadre, a
Dámaso López, El Licenciado”, originario de Eldorado, perteneciente al
municipio de Culiacán.
El Chapo, insiste en su relato, hacía
llegar a sus mujeres quincenas de entre 20 y 30 mil pesos. Dijo que ayuda a sus
hermanos, a su mamá y a otros familiares con 700 u 800 mil pesos a la quincena.
Que de la nómina de un millón 800 mil pesos, él recibía pagos de 14 mil pesos a
la quincena, aunque de aguinaldo “El Chapo me dio diez mil dólares”.
Las esposas, los hijos,
la tarea
Hoo Ramírez relata en su declaración
ministerial que conoció a tres de las esposas de Joaquín Guzmán Loera. Que la primera es Griselda López Pérez, de
aproximadamente 44 años, con quien tuvo cuatro hijos: Joaquín, Quique, quien
estudió administración y tiene entre sus aficiones los jeeps; Ovidio, quien
habría estudiado Contabilidad en Culiacán, Sinaloa, y está casado con una
sobrina de Manuel Torres, El M-1, a quien le gustan los caballos.
Édgar, que fue muerto en una
confusión por gente del propio cártel de Sinaloa, y Gisel Guadalupe, quien
todavía estudia.
De los dos primeros, El Cóndor revela
que se dedican al tráfico de mariguana, desde Los Remedios a Nogales, lo que
hacen a través de camiones y avionetas.
Hoo Ramírez precisa datos. Detalla
que la pista que utilizan los hijos de El Chapo Guzmán para sus actividades
está ubicada en La Palma, Navolato, Sinaloa. Que entre las aeronaves, disponen
de dos avionetas Cessna 06, una café con líneas verdes, y otra blanca con
líneas azules. Que uno de los pilotos es Héctor Macit, El 17. Explicó que los
hijos de El Chapo reciben la mariguana de la gente de El Cinco o El Yiyo, pero
también de un agente de otro de sus compadres: Ismael El Mayo Zambada.
La segunda y tercera
esposas
Siempre según el testimonio de El
Cóndor, la segunda esposa de El Chapo Guzmán es Emma Coronel, quien era sobrina
de Nacho Coronel. Que tiene 22 años. Que con ella “tuvo dos cuatitas, Mali y
María Joaquina”.
La tercera esposa se llama
Alejandrina o Alejandra, que es de Jalisco y vive con sus hijos en Culiacán:
Alfredo Guzmán, de 22 años, e Iván Archivaldo, de 24, quienes, al igual que los
otros hermanos, se dedican al tráfico de
mariguana, aunque en este caso también al de las metanfetaminas.
El Chapo Guzmán, dijo, tenía una
persona encargada de sus comunicaciones y cambiaba cada semana de teléfono.
“Usaba pura Blackberry; El Nariz —a
quien no identifica por nombre propio— era el encargado de la compra de los aparatos.
Señala al encargado de
corromper autoridades
Para El Cóndor, los pilotos con
quienes trabajan son de confianza: Héctor Musque Musquiq, además de otro ex
militar: Guillermo Rivera, El Chaneque, quien también hacía funciones de
“secretario particular”. Que tanto él
como El Chaneque cubrían un periodo de veinte días continuos por otros veinte
días de descanso.
En otro momento de su declaración,
Hoo Ramírez relata que entre sus funciones estaba la de comunicarse con el
contador (a quien tampoco identifica por nombre y apellido) para que hiciera
los pagos que le ordenara su jefe.
El Cóndor sostiene que el encargado
de coordinar la seguridad aérea de Mazatlán era El Bravo y fue él quien los
recibió al llegar al puerto antes de su captura.
El publirrelacionista
Pero El Cóndor no para ahí. También
delata a quien dentro de la organización se encargaba de las relaciones
públicas, de “conservar y buscar la relación con las autoridades locales,
municipales y estatales “para arreglarse con ellos”: Dámaso López, El Licenciado,
uno de cuyos hijos, apodado El Mini, también se dedica a mover droga.
Culiacán, el refugio
Hoo Ramírez cuenta que en los últimos
tres años “estuvimos viviendo en Culiacán, en las casas que reventaron y en
donde lo único que hacíamos era rotarnos. Teníamos como cinco casas donde
ocultarnos. Todas estas casas se encontraban conectadas con un sistema de
escape subterráneo que incluía el drenaje”.
De la última casa de la que lograron
fugarse, cuenta: “Fue como a las tres de la mañana. Es una casa de dos pisos.
Mi jefe se dio cuenta y abrió la tina, salimos todos por el alcantarillado, lo
que nos llevó al canal. Ahí buscamos la forma de llegar a la avenida que fue
por donde pasaron por nosotros para llevarnos a Mazatlán. Las avionetas que
eran utilizadas para mover droga hacia la frontera también las usábamos como
transporte, como en aquella ocasión que nos llevaron a Los Cabos”.
El círculo cercano
“Al Chapo le conocí una novia que se llamaba Mayran. También
conocí a la niñera que se llamaba Balbina y a El Guano, quien es hermano de El
Chapo; iba a visitarlo seguido y también se dedicaba a mover droga. Hay un
chavo a quien le dicen El Chef que se
encargaba de conseguir la mercancía en Colombia. La única forma de comunicarme
con él era a través de la Blackberry.
También quiero decir que El Veinte,
de apellido Peña, era jefe de seguridad, lo mismo que otro al que le dicen
Ramoncito”.
El conflicto
En su testimonio, Hoo Ramírez
describe que la gente de El Chapo Guzmán sostiene una disputa con los Beltrán,
de Sinaloa, lo que incluye a El Chapo
Isidro, uno de sus principales aliados y controla el corredor norte de
Sinaloa, desde Guasave a Sonora. Que El Chapo también tiene problemas con la
gente de Vicente Carrillo porque mandó a gente a Chihuahua. Que una vez hizo
alianza con Los Salgueiro y Los Güeros.
Otro de los enemigos señalados es el
M1, con quien El Chapo no guardaba ninguna relación, pese a que uno de sus
hijos estaba casado con una sobrina de él.
“También quiero decir que El Chapo
Guzmán sacó a la gente de Jalisco porque traía problemas con El Mencho”.
Las tienditas
En su declaración ministerial Hoo
Ramírez asegura que todas las tienditas de Culiacán, Sinaloa están obligadas a
alinearse con El Chapo Guzmán, por lo que deben comprarle la mercancía a él y
pedirle su autorización.
Cocaína, el viaje a EU
“La forma en que la organización
manda mariguana a Estados Unidos es vía
Nogales, Sonora, por medio de Los Yiyos. La droga que va a Estados Unidos sale
de Culiacán, se embarca en el tren y se envía a Cananea y de ahí a Nogales. El
trasiego con mulas se usa en Nogales; las armas se compran en Culiacán; las
bazucas llegan de Colombia; la cocaína se compra en Guayaquil; los aviones
“tanqueaban” en Chiapas y llegaban a Culiacán. Que la ruta era de Agua Prieta a
Nogales y desde Culiacán salían las avionetas con droga. Cuando venía de
Ecuador la droga entraba por Jalisco y
de ahí nos la mandaban a Mazatlán.
El declarante ubica a Nogales como
una plaza dominada por El Chapo, así como Tijuana es controlada por Ismael El
Mayo Zambada.
La advertencia
Derivado de la detención de su jefe, El Cóndor advierte que es posible
que se suscite un enfrentamiento entre El Negro Bravo y El Licenciado Dámaso. “Van a creer que El
Licenciado fue quien puso a El Chapo, aunque creo que los hijos guardan más
afinidad con El Negro”. Hoo Ramírez está
seguro que será Ismael El Mayo Zambada, quien arreglará las cosas. De Juan José
Esparragoza Moreno, El Azul, dijo no saber nada.
Las redes
“Los 24 vigilan la entrada de La
Angostura y la Reforma para evitar que entre la gente de El Chapo Isidro, que
tiene la plaza de Guasave. “También quiero decir que en Navolato están Los
Carrillo y ahí nadie se mete. Eldorado es de El Licenciado, así como Pueblos
Unidos, Quila, en donde manda El Meño y en lugar de El Chino Ántrax se quedó El
Roque, quien controla Culiacán. La costa es de El Licenciado Dámaso; en
Mazatlán está El Negro Bravo. San Ignacio Esquinapa es de El Negro Bravo. “Los Beltrán
están para el lado de Nayarit, El Fuerte, Choix y Ahome, donde le tapamos la entrada a El Chapo
Isidro. Los Salazar tenían amistad con El Chapo; El Papas le ayudaba al 80,
quien coordinaba las patrullas de seguridad. También El Cholo Molacho, en los
Mochis era muy fuerte en Ahome y en Guamuchil“.
“Quien tenía el negocio de los
plátanos y los pepinos con coca, era El Nariz, el de los teléfonos.”
El encuentro con Caro
Quintero
Según Hoo Ramírez, el escolta y
secretario particular de El Chapo Guzmán, su jefe, junto con El Negro y El Chaneque fueron a
visitar a Caro Quintero “para saludarlo a un rancho que se encuentra del lado
de Los Caballeros”.
“El Negro Bravo fue mi compañero en
un curso de las Fuerzas Especiales en el Ejército, mide como 1:50, es de tez
morena, con cuerpo marcado. Usa siempre una gorra y lentes Praga (sic). La
gente de El Negro se coordina con los hijos de El Chapo. El Popeye es un
encargado de las tiendas de El Bravo que tiene como ayudante a El Gato. Están
de la Cruz al Charco, en Mazatlán, y a veces Culiacán. El Bravo cuando hay
problemas se va para Mazatlán. El Bravo nos recibió en Mazatlán, también quiero
decir que El Bravo se ayuda con El Güero para todo, que les paga a los jefes de
la policía municipal, también a la ministerial”.
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